Una de las frases que se me repite como un mantra desde hace algo más de un año es la de:
Decisiones fáciles, vida difícil.
Decisiones difíciles, vida fácil.
No sé si la habías oído antes pero cuando yo la escuché, tuve un impacto fortísimo. Supongo que porque me llegó justo en un momento en el que yo estaba inmersa en esa dicotomía, teniendo que tomar decisiones vitales complicadas, dolorosas, pero con la esperanza de que me iban a llevar a una vida mejor.
Y en la entrevista con Diana Zuluaga, la protagonista de un nuevo capítulo de “Historias del {bien}vivir” arranca con una frase parecida a esto: “Vivir bien es consecuencia de haber tomado las decisiones difíciles en los momentos en los que es necesario, para poder vivir la vida que uno quiere".
A diferencia de lo que pueda pensar mucha gente, el {bien}vivir no va de (o no va sólo de) tener tiempo libre, tener dinero, poder viajar, etc. O mejor, deja que lo diga de otra manera:
Si para practicar el {bien}vivir necesitas tener tiempo, dinero, balance entre trabajo y ocio… Significa que has tenido que recorrer un camino para llegar ahí, has tenido que tomar una serie de decisiones (difíciles) que, en lugar de alejarte, te han acercado ahí. Un camino que se inicia, como tantas otras cosas, en tu interior, en tu mentalidad, en tu espiritualidad, en tu voluntad, en tu conciencia de quién eres y qué quieres.
Con Diana Zuluaga hemos hablado de todo esto y también hemos aterrizado, con los pies bien clavados en el suelo, algunas prácticas que podemos hacer en el día a día para esa toma de decisiones, ese acercarnos a quienes somos.
Es un gusto escucharla y aprender de ella. Una conversación con Diana es cargarse de motivación, inspiración y energía propulsora.
Por suerte, poco a poco vamos derribando el cliché de que para ser espiritual, meditar, conectar con una energía superior, para escuchar tu intuición de forma clara, debes ser un monge, un “hierbas” o vivir alejado el siglo XXI.
Nada más lejos de la realidad.
Espero que a ti te guste tanto como a nosotras compartirlo contigo.
Antes de terminar, te dejo por aquí las referencias que Diana comparte durante el capítulo:
Disfrútalo con calma y si te apetece, puedes escribirme por DM en Instagram (@annahernando) contándome qué te ha parecido. Como sabes, me gustan las personas entusiastas y no hay nada más entusiasta que un mensaje improvisado con un “ei, he querido pasar por aquí a saludar”.
Para saber más:
Puedes conocer un poco más a Diana Zuluaga y sus cursos aquí o en Elevated Business. Si quieres, puedes también seguirla en Instagram: @dianazuluaga.co.
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Cap.8 | El {bien}vivir con Diana Zuluaga